viernes, 23 de diciembre de 2011

La "otra ella".


Ver como en un instante se puede ir todo a la mierda. Ver que lo que antes era perfecto ahora es una utopía. Ver como la personas cambian y mienten.
Siento tanto odio en mi... un dolor insaciable, una espina que se clava cada vez que pienso en lo que leí en esa puta conversación. Engaños. Miedo. Horror. Espanto. Tragedia. Puta indiferencia ante todo. Miserable cobarde...

Me desperté entre sus sábanas. Me dolía la cabeza de la noche anterior. El concierto, la gente gritando, ese bar...
Sentía el latido de su corazón bombeando tranquilo y apaciguado, lentamente con un tic-tac que me hacía dormir. Su mano en mi espalda, nuestras piernas entrecruzadas, nuestros cuerpos desnudos a horas tempranas de la mañana. El sol entraba como un líquido corrosivo quemando mis córneas, hasta que pude ver bien. Enfoqué la imagen que tenía a mi lado. Era ella. Era la “otra ella”. Su pelo rizado y largo me acunaba y su pecho desnudo me hacía de almohada. Quise decirle buenos días, pero en el fondo era un puto día mas donde todo el mundo seguía con su vida, y yo, intentaba seguirla también.
Me acordé de ti en cada caricia de ella. Cada beso me retorcía la boca del estómago hasta querer hacerme vomitar. Era asqueroso.
Te vi, y se que tu me viste a mi. Se que te dolió verme con la “otra ella”, pero las cosas funcionan así.
Se acabó Rudy. Se acabó. Me alegro de que te recuperes tan pronto de las cosas. Que pienses que año nuevo vida nueva. Me alegro de que me olvides y que quizás me odies. Fui mala para ti. Fui egoísta. Nunca estuve a tu altura. Es lo único que puedes pensar ahora.
Si, tengo que seguir adelante, y eso es lo que hago. La “otra ella” podrá acariciarme, darme besos, hacerme el amor como ayer lo izo, pero... se que esta no es la salida.
Te vi, pasaste por delante dos veces y no te dignaste ni a mirarme la cara, agachaste las orejas como un perro cobarde que huye de lo que le hace daño.
Quiero hacer mas daño. Quiero que la gente vea lo que es sufrir de verdad, y no todas esas mariconadas que se inventan para llamar la atención.
Pasaré pagina si es que no lo he hecho ya.  Odio. Furia. Dolor. Rabia.
Vengarme puede que fuese una solución, ¿pero que mas dará ahora? No te mereces ni la mitad de lágrimas que derramo por ti cada puta vez que veo que me envías un privado. Odio que me digas que nunca nos quisimos. Mientes. Te mientes a ti misma para evadir un poco el dolor que sufres ahora.

Sí, me desperté desnuda entre sus sábanas, pero al abrir los ojos para ver tu cara, me di cuenta de que era el de otra persona. Me causas dolor. Me causas la muerte.
Vacío. Es lo único que siento cuando la beso. Vacío porque no eres tu, por que no huele igual que tu, por que me abraza y oigo su corazón, y no se le acelera...
Pero me da igual. Siempre he substituido a las personas que quiero, y podría hablar contigo, podría, pero no, es tanto el odio que me invade que ahora solo pienso en la “otra ella” y  mentirle con caricias falsas.
Se que de aquí un tiempo, esas caricias se llenen de amor, te olvidaré, ni siquiera me acordaré de tu nombre, total... eres la persona que mas amor me ha dado, pero la que mas me ha jodido.
Me salvaste la vida, y ahora me has hundido mas de lo que estaba antes de conocerte. Has abierto una brecha en mi corazón que nunca voy a perdonar. Nunca.
No te voy a llorar, no te voy a decir ven, por que no quiero que vengas nunca mas, no voy a sentirme mal, esta vez la mala eres tu. Yo te hice daño, pero tu... No puedo creer que me mintieras tan bien...
Jamás te he importado, ya puedes dejar de fingir, se que ahora que no estoy en tu vida sonrríes como si nada poerque en el fondo... siempre te he dado igual.




 Siempre tuya.                            


Yara.

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