jueves, 8 de diciembre de 2011

Save you.


-¿Yara, que escribes? Tía deja eso y salgamos por el pueblo venga.
-Espérate Evelyn, tengo que terminarlo.
-¿Terminar el qué?
-Esto.

“Quiero entregarte primero de todo mi CORAZÓN. Si pudiera arrancármelo del pecho, arrancármelo todavía bombeando sangre entre mis manos, líquido rojo negrizco que se cuela entre mis dedos.
Quiero entregarte mi CEREBRO, cofre que guarda los recuerdos hechos de una sustancia desconocida. Un cajón en medio del alma que ha permanecido abierto demasiado tiempo abierto.
También te ofrezco mis PULMONES, símbolo de vida. Tu siempre has sido como el aire que respiro, un humo que se cuela dentro de mi, hasta matarme de asfixia por el dolor, como si mi propia mano se estrangulara hasta hacerme llorar.
Por eso también quiero entregarte mis OJOS. Dos esferas con un agujero negro en cada centro, por los cuales tu imagen penetró hasta calarme en lo mas hondo. Quitármelos y quedarme ciega, y sin lagrimas que derramar.
Por último quiero entregarte cada una de mis VENAS, por donde circuló el alcohol que bebí por imaginarte a mi lado. Me gustaría entregarte mas partes de mi y otras vísceras pero lo demás ya está dañado del todo.

Guárdalo todo en una caja, ponle candado y tíralo en el mar de tus sueños, dónde navega cada noche de dolor y el odio de tu pérdida.”

-Yara... vámonos.
La miré con los ojos en blanco.
-Le dijiste que no volviera.
-Lo se...
Me quiso abrazar pero no quise, esquivé sus brazos. No quería consuelos.
-Habla con ella.
-¿Con quién?
-Con Diana.
-Evelyn... no se quien es Diana.

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